Tobin Heath

La noche del 17 de julio del 2011, se jugó una de las finales más emotivas del fútbol femenino. Estados Unidos, candidato al título se enfrentó a Japón, la sorpresa del torneo. En la ciudad de Frankfurt y a la vista de más de cuarenta mil espectadores.
Las norteamericanas y japonesas lucharon por marcar la diferencia. Pero por más esfuerzo que impusieron ambos equipos, nadie ganó en el tiempo reglamentario, quedando en un empate. Con el fin de los noventa minutos llegó el suplementario. De nuevo la misma historia.
Y llegó el momento de la verdad, la tanda de penales. Entre las pateadores del cuadro americano se encontraba Tobin Heath, la encargada del tercer lanzamiento para su selección.
La tensión estaba en el aire, sus compañeras habían errado sus tiros. La cuenta iba dos a cero, a favor de Japón. Heath tenía que anotar. Se paró frente a la pelota, observó el lugar a patear y lo hizo. Pero un obstáculo se interpuso entre la pelota y la red. La arquera japonesa Kaihori atajó el tiro. Tobin regresó al medio campo con la cabeza gacha. Los penales se terminaron y Japón se coronaba campeón.
Heath juega para enmendar un error. En aquella fatídica final para la selección norteamericana, no fue la 17 la jugadora del partido. No fue la más destacada, ni la figura, ni mucho menos la estrella. No era la Tobin que conocemos hoy. Un error que pesa aún en su memoria y que día a día trabaja para que no vuelva a suceder. Su técnica y pegada ahora son impecables.
Esa chica que falló un penal, ahora es la mejor jugadora de Estados Unidos.
A sus veintiocho años de edad, Heath ha demostrado la capacidad que tiene para el fútbol. Ahora su juego es rápido, agresivo y de alta calidad técnica. Es gracias a ello que entrenadores, jugadoras y prensa la escogieron como la mejor del año con el cuarenta por ciento de los votos.
Su evolución desde aquella fecha es significativa. Por ejemplo en el 2011, Heath jugó 526 minutos, jugó 15 partidos y en sólo dos entró como titular. Ese año anotó un gol — hubieran sido dos de no haberse fallado el penal- y participó en dos asistencias. Ahora para este año las cosas son distintas. Ha jugado 1747 minutos, jugó 22 partidos y 20 estuvo en el once inicial. Ha marcado seis goles y ocho asistencias. Una diferencia muy marcada. Heath luego de su error, lo enmendó convirtiéndose en alguien indispensable para su selección.
En la liga estadounidense, no pudo llevar a su equipo al campeonato. Pero gracias a ella, el Portland Thorns tiene un juego muy intenso e inteligente. Para la temporada regular tuvo el récord de asistencias con diez en catorce partidos.
Pero Tobin es más que asistencias. Su juego es de los más vistosos que se ha presenciado en la selección norteamericana en años. Gambetas, huachas, pases y goles que nos hacen decir “WOW”. Tobin al igual igual que su mejor amiga Alex Morgan, es una de las más reconocidas de la selección.
La 17 norteamericana no es la más fuerte o veloz. Pero sabe aprovechar hasta el minimo espacio que le den para poner un balón de gol, hacer una gambeta y hasta humillar al rival.
Es de las jugadoras más versátiles que tiene EUA. Puede llegar a jugar en un partido hasta de cuatro posiciones (extremas, medio centro, enganche y delantera). Una jugadora completa que domina ambos perfiles y que es una liquidadora en el área.
Tobin Heath es la mejor del cuadro americano. Tanto que ahora sería difícil de creer el error que cometió hace 5 años, con ese penal. Pero ahora, podemos decir que es bicampeona del oro olímpico, multicampeona de CONCACAF y campeona mundial. #OneSeven

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